¡Qué angustia traigo hoy! no encuentro el teléfono en mi bolsa… No es que esté sometida a él es sólo que calma mi ansiedad. Una llamada me hace sonreír, otras...
Por Samái Torres para Diario El Heraldo, Honduras. 29/10/15 Los grandes retos: que el espectador repita su visita a una institución cultural se ha vuelto imprescindible hoy en día. Crear...
Al despertar por la mañana, cómo te sientes, eso eres. Si tienes claro el camino del día. Si tus intenciones son las de hacer bien cada cosa que toca, si...
La paz empieza en el corazón propio de cada uno. En la vida cotidiana. En la manera como asumes cada día, frente a cada contexto de vida. Estoy en plena...
Hay que ser inteligente en las ecuaciones del amor: uno ama solo lo que conoce y por eso se arriesga, lo importante es ser sincero con uno mismo, confiar en...
Ha vuelto a brillar una luz a través de la ventana y no es precisamente porque sea primavera. Es un brillo que me hizo ver el mundo diferente. Por más...
Necesito hacer un viaje para despistar una tristeza que me ha seguido desde hace años. Necesito volar para tirar melancolía que me nubla la mirada. Creció un poco de musgo...
Permíteme adorarte, permíteme amarte. Ven, vamos de la mano por las calles. Prometo hacer de las cosas cotidianas una perfecta fiesta. Solo quiero amarte y adorarte no por siempre, no....
Camino por pueblos que huelen a tierra mojada, a tomates siempre cocidos con sus calles melancólicas que se encuentran siempre al dente. Perugia es la ciudad donde es posible tener...
… Su cuerpo dejará, no su cuidado; serán ceniza, mas tendrán sentido. Polvo serán, mas polvo enamorado. Francisco de Quevedo ¿Qué es el amor? Yo no lo sé. Pero, tal...
Noviembre de 2007 “…Nada se halla tan oculto que no vaya a ser descubierto, nada escondido que no deba ser conocido. Por eso, todo lo que digan a oscuras será...
El Guayas se llevó con rebeldía algunas melancolías que yo le permití ver. Regresé al hotel del malecón, a buscar rastros de él. Tal vez, por si acaso había dejado...
Yo vengo de la ciudad de calles angostas, de montañas azules, en donde la gente de siempre sonríe. Por las calles y en las madrugadas sólo se encuentran los perros...
Qué ganas de volver a verte, sentarme frente a ti, tomarnos aquel café prometido desde hace años, mirarte a los ojos y que descubras que aquel sentimiento por ti sigue...